El sombrero vueltiao, el mejor anfitrión
Nadie se quedó por fuera de nuestra gran fiesta mundialista. Los indígenas y artesanos del municipio de Tuchín fueron participes activos, ya que como buenos anfitriones, recibimos a las 24 delegaciones con uno de nuestros mayores símbolos del país, el sombrero vueltiao.
El comité Ejecutivo de la Federación Colombiana de Fútbol, como muestra de apoyo al arte de nuestros indígenas, invirtió en el símbolo que desde el 2004 nos identifica. El sombrero vueltiao que se le obsequió a cada una de las delegaciones que participaron en nuestra fiesta.
Qué mejor recuerdo para los jugadores, técnicos y delegados de esta Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Colombia 2011, que portar la insignia que tiene como tradición al igual que el fútbol un trabajo en equipo, ya que estos son fabricados con cada una de las familias y vecinos de esta comunidad.
Son muchas las versiones sobre el origen del vueltiao, pero la que más repiten los abuelos indígenas, es que eran utilizados para protegerse del sol en los campos , cuando los indios salían a cultivar maíz, principal alimento de los zenúes.
Lo cierto es que la cabeza de cada futbolista se adornó del trenzado elaborado por 18 metros de pencas, nervadura (hoja fina) y caña flecha.
El molde de circunferencia de los deportistas coincidió, ya que por costumbre en la elaboración del vueltiao, se toma como referencia la medida estándar de uno de los indígenas.
Los invitados a nuestra fiesta evocan ahora no sólo el folclor y carisma de nuestro país, sino también la fuerza, pujanza y coraje de nuestro pueblo indígena.